La Dieta Mediterránea, asociada a un mayor tamaño del cerebro

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Mientras que varios estudios conocidos han encontrado que la Dieta Mediterránea reduce el riesgo de enfermedad de Alzheimer, otros estudios no han podido confirmar estos hallazgos. Según los autores de un reciente artículo publicado en la revista Neurology, las diferencias en los métodos utilizados y la subjetividad del diagnóstico clínico podrían ser el motivo de algunos de los resultados inconsistentes.

Para eliminar el sesgo en la evaluación clínica, un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia (Nueva York, Estados Unidos) utilizó técnicas de neuroimagen por resonancia magnética para examinar el papel de la Dieta Mediterránea en los cambios estructurales que se producen debido al envejecimiento, según informa la publicación estadounidense Olive Oil Times.

Un grupo de sujetos multiétnicos residentes en la zona norte de Manhattan (Nueva York, Estados Unidos) rellenaron cuestionarios relacionados con la frecuencia alimentaria, que se utilizaron para calcular determinadas puntuaciones en su dieta diaria y determinar su nivel de adhesión a la Dieta Mediterránea.

Los resultados de los marcadores de resonancia magnética mostraron que los sujetos que tenían una mayor puntuación y fidelidad a la Dieta Mediterránea tenían un mayor volumen cerebral total, tanto en volumen total de materia gris como en volumen total de la materia blanca, en comparación con los que tenían un menor consumo de Dieta Mediterránea.

Más pescado, menos carne

También se observaron los beneficios de una mayor ingesta de pescado y una ingesta menor de carne: los sujetos que consumieron más pescado y menos carne tenían mayor volumen total de materia gris. Del mismo modo, un mayor consumo de pescado se asoció con un grosor cortical superior. Los investigadores también encontraron que, ajustando por edad, los que consumían alcohol con moderación, además de consumir más pescado y menos carne tenían volúmenes cerebrales más grandes.

Los resultados de este estudio implican que la contracción del cerebro, un cambio fisiológico natural que se produce con el envejecimiento, se podría retrasar con una alimentación asociada a la Dieta Mediterránea, una dieta rica en pescado, verduras, legumbres, frutas, cereales, nueces y grasas monoinsaturadas como las encontradas en el aceite de oliva.

Los autores del informe de este estudio afirman que el consumo semanal de 3 a 5 onzas (de 80 a 140 gramos) de pescado y la reducción de la ingesta de carne a una cantidad inferior a 100 gramos al día podría proteger contra el encogimiento cerebral con una equivalencia de 3 a 4 años de envejecimiento.

Aunque los datos científicos exactos detrás de estos hallazgos no se conocen todavía, los resultados del estudio muestran que los beneficios de seguir una Dieta Mediterránea se extienden a retrasar la contracción del cerebro asociada con el envejecimiento y pueden prevenir el deterioro cognitivo.

[Fuente: Diario de Gastronomía]

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