La historia de EL XATO resulta longeva. Casi los 100 años haciendo amigos, al servicio de sus clientes. Debemos remontarnos a 1915, año en el que Pedro Balaguer Orts y Jerónima Cano Pérez abrieron por vez primera la bodega el “Ti Pere el Tardá”, en la que sólo se vendía vino a granel; y donde los nucieros iban a llenar su porrón. En el año 1961 deciden en la misma ubicación construir la nueva casa y pasa a hacerse cargo del bar tras la jubilación de Francisco y Vicenta, el padre de los actuales propietarios, José Cano “El Xato”. Durante un tiempo continuó con la misma filosofía.
Un punto de inflexión en su historia la protagonizó Esperanza Fuster, matriarca de la familia que con su incorporación a este negocio familiar tras su matrimonio, empezó a modernizar y ampliar la oferta gastronómica que hasta entonces ofrecían con sus famosas tapas (más de 30) todas ellas preparadas con los mejores productos y con la ilusión que sólo una madre puede poner a sus guisos. Si algo tenían claro ya entonces, es que debían adaptarse a las necesidades de los clientes. Sigue leyendo